Con diversas actividades Rauch festeja hoy 147 años. La ciudad de casi 16 mil habitantes, que está próxima a Tandil y a casi 230 kilómetros de la Capital Federal, cuenta con bondades propias que aún conservan las comunas del interior. El prestigioso arquitecto Francisco Salamone imprimió su sello en esta atractiva ciudad bonaerense que crece año tras año.
Con lugares emblemáticos y turísticos, Rauch logró abrir una pequeña ventana al paso de cientos de miles de personas que cada año recorren las rutas en busca de lugares para el descanso. Ésta ciudad logró ir descubriendo algunos encantos naturales, que hoy son bastiones de las políticas de turismo. Con cuestionamientos al nombre de la ciudad por tratarse Federico Rauch de un militar que en otras épocas fue contratado para el exterminio de los indios que habitaban la zona, el pueblo es un lugar disfrutable para los que desde hace años habitamos este “paraíso” en la Provincia.
La ciudad es atractiva. Sus lugares son bellos y la gente cálida y amigable, hace que este pueblo del interior se convierta en un lugar para vivir.
Hay emprendimientos. Artesanos que hacen de su elaboración su propia marca.
El Castillo de Egaña, el puente “Juan Silva” -situado en las inmediaciones del Parque que lleva el mismo nombre-, el Balneario Municipal, la Iglesia, El Palacio Municipal, la Casa de la Cultura y su extraordinario Museo de Artes son algunos de los lugares que los visitantes suelen recorrer en su paso por la ciudad.
El arquitecto e ingeniero Francisco Salamone fue quien dejó su sello en obras relevantes como la propia Municipalidad. Rauch está de fiesta cumple un nuevo aniversario. Siempre es motivo para recordar a quienes sentaron los cimientos de un pueblito del interior, que hoy es orgullo de todos los rauchenses.