En medio de la polvareda que generó la decisión del Gobierno de la Provincia de ordenar el traspaso de los centros de formación Profesional de Educación a Trabajo, la semana pasada hubo fuertes cruces entre autoridades gremiales, del propio Centro y del Gobierno respecto a la firma del convenio celebrado por el intendente local Maximiliano Suescun.
Juan José Garralda, director en uso de licencia del Centro 401, responsabilizó a Suescun por el “futuro del Centro” en tanto que el intendente garantizó el funcionamiento y las fuentes laborales.
Como si esto fuera poco, la secretaria General de la Federación de Educadores Bonaerense (FEB) Mirta Petroccini, se refirió al Centro “Atilio Boveri” durante el acto masivo que los docentes concretaron el lunes en Capital Federal.
Al hacer referencia a la decisión de la Provincia, Petroccini aseguró que el traspaso está en marcha: «lamentablemente ya se concretó en el distrito de Rauch”, dijo. Entendió que se trata de un acto de “despojo y avasallamiento”. Cuestionó “el convenio firmado entre el intendente y el Ministerio de Trabajo” y se preguntó: ¿Saben quién designa a los docentes? Una terna que va a proponer el Municipio”. “Ya empezaron”, dijo, “vamos a resistirlo con todas nuestras fuerzas” porque “tenemos la historia, la conducción y la sangre encendida. Esta lucha, esta pelea, no se resigna».
