«Magdalena» se presentó en el escenario del teatro Candilejas

Estamos pasando la barrera del tiempo que establece que la noticia casi se anticipe al hecho que describe…si fuera eso posible. Es esto casi, casi un acto de rebeldía para estar en consonancia con el contenido al que deseamos aludir: el unipersonal MAGDALENA que se presentó en Candilejas el sábado 9 de marzo.

MAGDALENA, con Valeria Tercia, deslumbró lisa y llanamente. El stand ap tuvo una danza sutil constante que se entrelazó en las palabras dando un ensamble artístico a los significados dramáticos del texto que aludía  a la situación de vida de muchas mujeres casadas de los años cincuenta, donde la realidad al exterior era muy distinta de lo que vivían en el interior del “hogar”, hasta que llega la separación de la pareja cuando pasa la mitad de la vida. En ese tiempo está ubicada la obra.

El tema es conocido. La mujer, conducida desde su más tierna infancia para hacer de ella una persona sumisa viviendo sometida a un marido machista…hasta que se da cuenta de la realidad en la que está inmersa, y lanzando el grito liberador dobla la dirección y se hace dueña de su vida

Esta trama ha sido presentada de muchas formas pero hemos de decir que Valeria Tercia hace de algo conocido un pieza de arte donde logra conjugar voz, con infinitos matices, profundidad, ritmo, brillo, en sucesivas descripciones de hechos que van del susurro al grito casi estentóreo o al susurro tierno o al corte musical justísimo, o al silencio que dice más mucho más que las palabras, a veces.

Une, en todo momento a la expresión del cuerpo, donde se permite correr,

saltar, dar vueltas sobre sí, hacer piruetas, deslizarse bajo una mesa, retomar el ritmo, durante toda la obra andando sobre patines, de esos que tejían las hacendosas cuidadoras de pisos de pino tea para que no se marcaran en ellos las pisadas.

Muy bien trabajado  el aspecto sexual de la mujer como objeto

No faltaron los símbolos ni una escenografía adecuada, ni el encanto personal de la actriz que se entregó a la realización a pesar del poco público presente. Este  la aplaudió de pié porque supo aquilatar los valores de la presentación.

Las palabras de Valeria Tercia al finalizar la obra dan cuenta de su posicionamiento frente  a los hechos político socio culturales de este momento. Fueron expresión cabal de cómo se pueden expresar las ideas sin agredir, respetando a los que piensan diferente y sobre todo cómo, a través de un hecho, artístico desde el principio al fin , se destapa un conflicto que, mal que nos pese sigue dañando a muchas mujeres a través del tiempo.

Autoría, Dirección y Puesta en Escena: Mauro Molina

El Teatro Vocacional Candilejas, continúa así llevando adelante el Proyecto de este año y en esta oportunidad en consonancia con el Mes de la Mujer.

Colaboración para LA NUEVA VERDAD DE RAUCH María Dolores Bassagaisteguy

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