A pesar de la crisis económica, las parrillas populares trabajaron bien durante tres días. Este domingo la lluvia les jugó una mala pasada, pero igualmente en algunos de los casos llegaron al cierre de la fiesta casi sin stock. Pollos, carne asada, cordero, lechón y chorizos, fue la principal oferta de las oficiales de instituciones y particulares que se le animaron a la fiesta a pesar de la situación económica y la escasa previsibilidad que un evento de magnitud genera entre la población.

Hubo fogones en todos lados y para todos los gustos. También las parrillas hicieron un aporte a la fiesta. Como siempre es de destacar el esfuerzo de quienes arriesgaron un capital y trabajaron durante tres días intensamente para atender a sus vecinos, y a quienes de ciudades lindantes llegaron para disfrutar de la fiesta.