Más de 750 personas pagaron su entrada el sábado para participar de la primera edición en Rauch de la Fiesta de la Cerveza Artesanal. El evento –que organizó el Taller Protegido- se concretó en el predio del club Botafogo y fue un éxito.
Desde las 20 y hasta la madrugada de éste domingo, se extendió el encuentro que tuvo variedades de cerveza, puestos gastronómicos y música en vivo. Ocho elaboradores de cerveza –entre ellos un emprendimiento de Rauch- se sumó a la primera edición del evento que contó además con varios puestos de comida.
En el interior del salón del club, un escenario fue el lugar por donde varias bandas y grupos locales desfilaron con su música.
Después de las 20 el grupo “De los pagos de Arbolito” abrió el show musical. Mientras tanto la gente de a poco iba copando las instalaciones del club. Más tarde “Pateando Sapos”; Maca Di Llela y The Bemols, entre otros. En el cierre “Mañana Mi Coche Explotará”, la banda de rock rauchense que lidera Bruno Pizzonro y cuyos integrantes residen en Capital Federal y La Plata.



UNA MOVIDA NUEVA
La cerveza fue un pretexto para concretar con éxito una movida que no tenía antecedentes pero que concitó la atención del público. Para algunos era una prueba piloto para posibles ediciones que llegarán en un futuro. Todo dependía del apoyo y acompañamiento del público. El respaldo estuvo. La convocatoria fue exitosa y ya algunos integrantes de la comisión de la institución empiezan a pensar en el segundo encuentro para 2020.

EL OBJETIVO, AYUDAR
Las entradas se vendieron a 100 pesos. La finalidad –además de armar un evento atractivo- era recaudar fondos para el Taller y así poder seguir avanzando en las iniciativas tendientes a mejorar aún más la institución. Los integrantes de la comisión tienen iniciativa. Los objetivos los marcan a fuego y los cumplen. Ya han instalado algunos eventos que le permite a la entidad sumar fondos. La finalidad, un Taller con mayores posibilidades para los concurrentes.
CERVEZA Y PUESTOS DE COMIDA, PARTE DE LA ATRACCIÓN
Cerveza rubia, negra y roja. Los valores accesibles. La pinta se vendió a 80 pesos. Se podía adquirir dos por 150 pesos. Además de variedades, hubo diferentes emprendimientos. Uno de Rauch. Los restantes de Tandil Mar del Plata, Ayacucho, Balcarce y Olavarría.
Los puestos de comidas también fueron atractivos. Desde el clásico pancho y súper pancho (se vendían a 20 y 50 pesos respectivamente) al tradicional y popular choripán. Las empanadas no faltaron. También propuestas no demasiado habituales: tacos (se ofrecieron dos por 100 pesos), sándwich de bondiola de cerdo (90 pesos) y cazuelas de pollo y cordero. Música, platos exquisitos y cerveza, los tres factores que permitieron el éxito de un encuentro que nace con la idea de quedarse y perdurar en el tiempo.