Marcó un estilo en una época donde la fotografía era casi un privilegio. Sin demasiados recursos, con casi nada de técnica y con pesadas máquinas que funcionaban a rollo se las ingenió para hacer de la fotografía una profesión. José Obdulio Baiza fue uno de los fotógrafos que marcó una etapa de la vida. Hombre amable y de pocas palabras, fundó junto a “Mingo” García la casa de fotografías “Tamar”, que desde 1961 y hasta los años 80 funcionó en un local, todavía existente, en avenida San Martín 439.
Baiza falleció este lunes a los 83 años. Con su partida se van cientos de anécdotas, aunque los recuerdos quedarán intactos. Todavía se exhiben en cuadros sobre paredes o muebles las fotos de aquellos recién casados -hoy padres y abuelos- que lleva el sello de Fotos “Tamar”. Está claro que Baiza fue uno de los fotógrafos del pueblo. Introvertido, cuidadoso y de poca exposición, José fue uno de los profesionales de la fotografía que marcaron una época. Junto al querido “Beto” Sampietro y “Mingo” García fueron pioneros en una actividad novedosa y que abriría camino a otros jóvenes que en los 80 desembarcaron en la ciudad con otros conocimientos y una tecnología superadora como el caso de Daniel Franchino y el recordado Marcelo Tocoulet.
Hoy una parte de Rauch despide a Baiza. Uno de los pioneros de la fotografía en la ciudad.
Los restos de Baiza son velados en la sala de Moreno 399 y recibirán cristiana sepultura en el Cementerio local este lunes a las 17 horas.
