La designación la semana pasada de Sergio Massa como superministro de Economía causó múltiples repercusiones en la política argentina y abrió la puerta a decenas de incógnitas con respecto al futuro del Gobierno.
En Rauch, el dirigente Carlos Oroquieta planteó que el desempeño de Massa “lo vamos a ir comprobando con el transcurso del tiempo” y aclaró que su designación “ha recibido el apoyo generalizado de todas las áreas que integra el gobierno, la CGT, los gobernadores, los intendentes” por lo que su desembarco en el gabinete nacional le otorga “un respaldo político importante”.
En su análisis, el ex presidente del PJ local y varias veces concejal admitió que Massa “va a tener las suficientes herramientas como para poder trabajar en este momento económico”.
En ese sentido planteó que el presidente Alberto Fernández “ha elegido la figura de Massa porque tiene una impronta muy activa cómo lo ha tenido en casi todos los lugares donde le ha tocado gestionar, tiene además buena relación con sectores del empresariado, con sectores de los trabajadores”.
Oroquieta planteó además que las modificaciones “eran necesarias” en el gabinete: “se necesita de un cambio importante de rumbo en el gobierno y es un intento de poder encauzar la economía del país en un momento muy complejo de la Argentina”.
En ese sentido apuntó a “los grupos de poder” que buscan “conducirnos a una derrota en la economía que fundamentalmente recaería sobre los trabajadores, los jubilados y un conjunto de la sociedad que son los más vulnerables”.
Oroquieta al explayarse sobre la actual situación del país, dijo que “la responsabilidad principal la tiene en este momento el trabajo que no ha podido concretar el Gobierno Nacional”.
Agregó que “desde que nació el país en 1810 siempre hubo una disputa de los grupos más poderosos sobre los grupos menos poderosos” y la actualidad no es la excepción.