El presidente del Centro de Ex Soldados Rauchenses Islas Malvinas (CeSoRIM) Roque Martín, recordó este martes con su discurso el desembarco de soldados argentino en las Islas Malvinas durante el conflicto bélico con Gran Bretaña en 1982.
“Recordamos la guerra donde soldados jóvenes, con no más de 20 años y demostrando un profundo amor por la Patria fueron a defender nuestra soberanía con coraje y valentía”, indicó.
“Como explicarle a los chicos de hoy lo que tuvo que vivir nuestro país, lo que tuvieron que vivir aquellos jóvenes que sin entender la magnitud de los acontecimientos debieron cumplir con lo establecido y luchar por la soberanía de nuestro territorio de una manera injusta”, precisó el titular del CeSoRIM.
Y siguió: “es complicado comparar este abril como en otras fechas porque se trata de un momento histórico el que rememoramos dos sentimientos incompatibles que se situaron en el corazón y los sentimientos de los argentinos. El orgullo patriótico por un lado y la profunda tristeza de saber que estábamos ante una guerra oscura y sin destino”.
Agregó que “estos sentimientos se encontraban enmarcados en una coyuntura más oscura. En el seno de un Gobierno militar que de manera despiadada intentaba perpetuarse en el poder que había sido conseguido de manera ilegítima y que venía gobernando desde hacía seis años”.

En otro tramo de su discurso, Martín acotó: “el conflicto bélico se encontraba en un momento en que los argentinos nos uníamos a la vez y nos separamos atrapados por el fervor de la gesta y el repudio a un Gobierno que empezaba a derrumbarse”.
El ex soldado movilizado pidió que “les expliquemos a nuestros chicos que jóvenes de apenas 18 años y que recién habían terminado el secundario estaban cumpliendo con el servicio obligatorio militar y se encontraban de golpe batallando cuerpo a cuerpo con soldados profesionales y que los superaban en armamento y experiencia. Con hambre, frío y absoluta desprotección. Contra todo eso y contra todo debieron luchar”.
Por último Martín dijo: “expliquemos que la única manera de recuperar nuestras Malvinas es mediante medios pacíficos. Aún así debemos seguir homenajeando a nuestros héroes sin cerrar las puertas del pasado. Debemos ubicar cada momento histórico y a sus protagonistas en el lugar que lo merecen y les corresponde el repudio a los que enviaron a la muerte a nuestros jóvenes. El homenaje y el recuerdo a los que dejaron todo por una causa. De esto se trata, de ayudarnos como sociedad. A entender que pasó y a comprender como argentinos que tenemos que seguir ubicando las cosas en su lugar. Las Malvinas fueron, son y serán argentinas”.